Una mesa en blanco y negro
Hola a todos,
Llevaba mucho tiempo sin montar ninguna mesa ni invitar a nadie porque la fiesta de cumpleaños de mi marido me consumió totalmente y me dejó sin ganas de hacer nada.
Pasada ya la crisis antisocial, retomo el tema con esta mesa en blanco y negro que inicia un ciclo de mesas pensando en Navidad.
La elección de los colores no ha sido casual. Todo se ha desarrollado alrededor de las piedras blancas pulidas que encontré en la playa de Nerja el fin de semana pasado y que, de alguna manera quería aprovechar antes de pasarlas al jardín de mi casa.
Con esta idea, busqué una tela que tuviera un estampado en ambos colores para hacer el mantel y un trozo de tela negra para el camino de mesa y para la servilletas.
Pensando en hacer un camino de mesa con ellas, opte por innovar y hacerlo a los ancho y no a lo largo, de manera que partiera la mesa en 2 partes simétricas.
Cortando el camino de mesa por la mitad una hilera de 3 lamparitas hechas con una copa de vino y papel de regalo (este tutorial lo publicaré en la siguiente entrada).
A ambos lados, rematando los extremos dos piñas de plumas blancas que tenía por casa sobre unos vasos negros.
Esta vez, en vez de usar servilleteros, presenté las servilletas con un nudo para no recargar más la composición.
Por ultimo, utilicé una especie de coleteros (en verdad, son unos servilleteros) de bolas de purpurina para embellecer las copas. Los fuí alternando en los dos colores: blanco y negro.
El resultado, me pareció muy bueno. Una mesa muy elegante que se puede poner en cualquiera de las fiestas que nos esperan esta Navidad.